¿Estás en una relación de "pausa"? Es hora de averiguar si te ha puesto en un segundo plano y descubrir cómo lidiar con el banquillo.
Temas en este artículo:
- ¿Qué es el banco?
- ¿Por qué la gente "banca" a otros?
- ¿Qué sienten los que están "en el banquillo"?
- Señales para saber si te ha puesto "en el banquillo"
- Conclusión
¿Qué es el banco?
El término " banquillo " se ha vuelto cada vez más popular en el contexto de las relaciones románticas. Derivada de la palabra inglesa " banco ", que significa banco , es una práctica que consiste en " pausar " a una persona con la que se está en una relación, sin por ello cortar completamente el contacto. Este comportamiento puede crear una serie de emociones negativas y preocupaciones en quien lo sufre.
Definición en teoría
Según Urban Dictionary , el término 'benching' se refiere a cuando empiezas a salir con alguien que despierta interés y tiene potencial, pero que no despierta un entusiasmo abrumador. En esta fase, te encuentras indeciso si continuar con el conocimiento o rendirte y buscar en otra parte.
Este concepto se traduce en el acto de 'bancar'. En lugar de tomar una decisión definitiva, el sujeto es colocado en la categoría de posibilidades futuras, esperando, permitiendo así mantener abiertas otras opciones de citas.
Definición en la práctica
En la parte concreta, el concepto de "benching" se manifiesta mediante la celebración de una conexión, que no tiene especial importancia. La práctica de "bancar" a los individuos implica mantenerlos en reserva, de modo que estén disponibles en caso de cualquier necesidad.
En esencia, el benching puede asimilarse al fenómeno del "amortiguación" (próximamente se publicará un artículo relacionado) , aunque no se basa en un informe oficial del que sacar consuelo. Sin embargo, cabe subrayar que estas dinámicas pueden tener diferentes impactos en las personas involucradas y comprenderlas requiere un análisis más profundo.
Origen del término
El término "benching" se originó en el mundo de las redes sociales y las aplicaciones de citas. En un entorno donde las relaciones se pueden establecer y romper con un simple golpe, el "banqueo" se ha convertido en un fenómeno cada vez más común. A diferencia del "ghosting", en el que una persona desaparece completamente de la vida de la otra, en el "benching" todavía se producen contactos esporádicos que mantienen vivas las esperanzas, pero sin ningún compromiso real.
Como funciona
Quienes practican el "banching" mantienen una relación ambigua con la otra persona. Puede haber comunicación constante a través de mensajes de texto, pero rara vez se traduce en reuniones reales. Esto crea un ciclo de esperanza y decepción para quienes están en "pausa", creando un nivel de concentración y ansiedad que puede ser difícil de manejar.
¿Por qué la gente "banca" a otros?
- Necesidad de espacio y reflexión: una de las razones más comunes por las que las personas ponen a los demás en espera es la necesidad de espacio y tiempo para reflexionar. Esto puede deberse a diversos factores, como el estrés en el trabajo o la necesidad de centrarse en uno mismo.
- Incertidumbre emocional: La incertidumbre emocional es otro factor que empuja a las personas a dejar a su pareja en espera. No están seguros de sus sentimientos o tienen miedo de comprometerse en una relación seria.
- Explorar otras opciones: Algunas personas "hacen una pausa" en su pareja para explorar otras posibilidades románticas sin tener que terminar la relación actual. Esto a menudo se ve como una forma de "tener el pastel y comérselo también".
- Factores psicológicos: en algunos casos, puede haber problemas psicológicos más profundos , como ansiedad social o miedo al abandono, que hacen que tu pareja te ponga en espera.
Análisis psicológico detrás del comportamiento en el banquillo
Hemos analizado el "por qué" de este comportamiento, destacando las principales motivaciones detrás de esta "práctica". Ahora analicemos la psicología con más profundidad.
- Miedo al compromiso: Uno de los factores psicológicos más comunes detrás del banquillo es el miedo al compromiso. La persona que practica el benching puede tener dificultades para establecer relaciones profundas y significativas. Este comportamiento suele ser un mecanismo de defensa para evitar afrontar las propias inseguridades o miedos relacionados con la intimidad.
- La necesidad de control: Otro aspecto psicológico es la necesidad de control. Mantener a alguien "en pausa" le permite mantener algún tipo de poder sobre la situación. Este poder proviene de la capacidad de decidir cuándo y cómo interactuar con la otra persona, creando una sensación de superioridad y control.
- Gratificación instantánea: en la era de las redes sociales, la gratificación instantánea se ha convertido en una parte integral de nuestra vida diaria. Recibir “me gusta” o mensajes puede proporcionar un rápido impulso a la autoestima y la dopamina. El Benching puede servir como una forma de obtener esta gratificación sin tener que comprometerse con una relación seria.
- Incertidumbre y ansiedad: Poner a alguien "en pausa" también puede ser una señal de incertidumbre y ansiedad por parte del "presentador". Es posible que no esté seguro de sus sentimientos o que tenga miedo de tomar una decisión equivocada.
- Manipulación emocional: en algunos casos, el banquillo puede ser una forma de manipulación emocional. La persona que practica el benching podrá disfrutar del poder y control que tiene sobre la otra persona, utilizándolos para satisfacer sus deseos u obsesiones.
¿Qué sienten los que están "en el banquillo"?
Ser víctima del "banco" puede ser una experiencia emocionalmente abrumadora que deja una profunda huella. Las emociones y sensaciones que se sienten en esta situación son complejas y muchas veces difíciles de gestionar.
- Ansiedad e incertidumbre: Uno de los sentimientos más comunes es la ansiedad. La incertidumbre que surge al no saber adónde vas con una persona puede crear una crisis emocional. Esta ansiedad a menudo se ve alimentada por los mensajes ambiguos y los comportamientos inconsistentes de la pareja,
- Sentimientos de derrota y sufrimiento: Estar en espera puede hacerte sentir como si hubieras caído en una trampa emocional. El sentimiento de derrota y el miedo a sufrir pueden volverse tóxicos para la autoestima.
- Necesidad de amor y atención: A pesar de la actitud distante de la pareja, la víctima puede sentirse extremadamente apegada a él o ella. Esta necesidad de amor y atención puede convertirse en un círculo vicioso que alimenta aún más el comportamiento de "banco".
- Frustración e ira: la falta de claridad y honestidad en la relación puede generar sentimientos de frustración e ira. Estas emociones pueden dirigirse a usted mismo por no ver las señales o a su pareja por su comportamiento engañoso.
- Falta de confianza: La práctica de "bancar" puede erosionar profundamente la confianza en uno mismo y en los demás. Esto puede tener un impacto a largo plazo en las relaciones futuras y la calidad de vida emocional.
Competencia con otras mujeres u hombres.
Entre los muchos matices desagradables del fenómeno del banquillo se encuentra también el elemento de competencia interpersonal. A medida que te das cuenta de que la persona que te está enviando puede tener otras conexiones o estar rodeado de otras personas, puede surgir un sentimiento de rivalidad. Reconocer que no eres la opción exclusiva y que tienes que compartir la atención con otros 'jugadores' puede generar sentimientos de baja consideración (con el consiguiente impacto negativo en la autoestima). Al mismo tiempo, puedes caer en el error de ser testarudo, haciendo todos los esfuerzos posibles para demostrarle a esa otra persona que la mejor elección está orientada hacia ti.
Señales para saber si te ha puesto "en el banquillo"
Dado que se trata de un comportamiento difícil de alcanzar, reconocer si usted es víctima de un "banco" no es una tarea fácil. No obstante, aparecen algunas pistas que definitivamente deberían llamar su atención.
- Demasiados mensajes: Gracias al impacto de la era digital 2.0 en este contexto, el fenómeno del "benching" puede provocar una abundancia (si no un exceso) de comunicaciones. Aquel con quien usted tiene interacciones frecuentes puede sobrecargarlo con elogios en las redes sociales, mensajes frecuentes e incluso cálidos pensamientos de saludo por la mañana y por la noche. Por lo tanto, el panorama de las comunicaciones está particularmente impregnado de esta dinámica...
- Pocas reuniones físicas: Es una pena constatar que, a pesar de la frecuencia de los mensajes, existe la correspondiente falta de reuniones. Las reuniones en persona, reales y con fechas reales, parecen ser raras (o solo han ocurrido unas pocas veces). Además, estos encuentros sólo ocurren cuando y como la otra persona desea, sugiriendo cierta manipulación por su parte con el objetivo de mantener el control. Esto es parte de una dinámica más amplia: a menudo tienes que hacer esfuerzos extraordinarios para conocerla, con la esperanza de persuadirla para que te elija como su socio oficial. Si observa este patrón de comportamiento, caracterizado por multitud de mensajes pero pocas reuniones reales, es aconsejable dar marcha atrás.
- Falta de planes concretos: Otra señal es la falta de planes concretos para el futuro. Si tu pareja evita hacer planes o los pospone continuamente, podría ser una señal.
- Falta de implicación emocional: un signo clave es la falta de implicación emocional. Si tu pareja parece distante o no está tan involucrada emocionalmente como antes, es una señal que no debes ignorar.
- Pseudo retornos: si tu pareja parece regresar a tu vida solo cuando le conviene y luego desaparece nuevamente, es una señal que no puedes ignorar.
¿Qué hacer al respecto?
- Evalúa la situación: En primer lugar, tómate un momento para evaluar honestamente la situación. Junte todas las señales y vea si forman una imagen coherente de banca.
- Comunicación abierta : la mejor manera de abordar el problema es hablar de ello abiertamente. Pida claridad sobre la naturaleza de su relación y sus planes futuros.
- Establece tus límites: deja claro lo que estás dispuesto a tolerar y lo que no. Si la persona no está dispuesta a satisfacer sus necesidades, puede que sea el momento de seguir adelante.
- Reconsidere la relación: Si las señales de “banco” son fuertes y la persona parece no estar dispuesta a cambiar, puede que sea el momento de reconsiderar la relación.
- Busque otras opciones: no ponga todos los huevos en la misma canasta. Mientras evalúa la situación, continúe viviendo su vida y, si es posible, explore otras oportunidades.
Recuerda siempre que mereces una relación que te haga sentir valorado y respetado. Si el “banco” es una constante, tal vez sea hora de buscar algo mejor.